Proceso de Producción: El arte detrás del té negro puro.
El té negro puro se somete a un proceso de producción meticuloso que involucra varias etapas, cada una con su importancia particular:
- Cosecha: Las hojas de té se cosechan a mano, seleccionando cuidadosamente las hojas más maduras y de mayor calidad. Esta selección garantiza el sabor y aroma excepcionales del té negro.
- Marchitamiento: Después de la cosecha, las hojas se extienden en bandejas para que pierdan parte de su humedad y se marchiten. Este paso permite que las hojas se vuelvan flexibles y preparadas para el siguiente proceso.
- Enrollado: Las hojas marchitas se enrollan para romper las células y comenzar la oxidación. Este paso es crucial para liberar los compuestos aromáticos y sabores distintivos del té negro.
- Oxidación: Las hojas enrolladas se dejan reposar en condiciones controladas de humedad y temperatura, lo que permite la oxidación completa. Durante este proceso, las hojas adquieren su característico color oscuro y desarrollan su sabor profundo y complejo.
- Secado: Después de la oxidación, las hojas se secan para detener el proceso enzimático y preservar su calidad. El secado cuidadoso asegura que el té negro conserve su sabor y aroma distintivos.
- Clasificación y empaquetado: Finalmente, las hojas de té negro se clasifican según su calidad y se empaquetan en bolsas o latas herméticas para garantizar la frescura y preservar sus propiedades.